lunes, 6 de diciembre de 2010

Viento



El ágil agente que da la vuelta al mundo diariamente.
El viento arrastra todo lo que encuentra. Ya puede ser el suave aroma de una rosa o el pestilente hedor de un pantano.
Pero, como aromas, también transporta otras cosas, y no todo hermoso... Arrastra los miles de años de contaminación acumulada en el cielo, ya gris. La cantidad del siempre perpetuo efecto invernadero, que ya casi no deja ver los intensos y potentes brillos del sol.
Pero no es su culpa, el viento no quiere transportar la contaminación, es simplemente que su deber es llegar a todo el mundo.
Pero no todo lo que transporta es malo. Está el aroma de las flores, el canto de los pájaros, el aullido de los lobos... los sueños de los niños.
El viento enriquece al mundo con todos los sueños inocentes de pequeños infantes.
Pero, por mucho que el viento trabaje transportando sueños, él no puede hacerlos realidad. Ése es nuestro trabajo, del egoísta y egocéntrico ser humano.

Janice Fernández Ellston 2º ESO

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