Sabes que te quiero Sabes que te amo pero no estás a mi lado, no puedo olvidarte no quiero olvidarte. En mis pensamientos siempre estás y no sé cómo borrarte te echo de menos me acuerdo de tus besos, tus caricias y tus sueños.
Creo que lo mejor es que no sepáis mi nombre aunque, de todos modos, la verdad, no creo que eso importe mucho.
Me encuentro en el corazón del infierno, en el fragor de la guerra, no sé cuánto tiempo llevo sumergido aquí, he perdido la noción del tiempo y el miedo me invade por completo. Estoy atrapado aquí y sólo intento sobrevivir armado con mi rifle y mi cuchillo. A veces me paro a contemplar el panorama que se encuentra a mi alrededor, veo explosiones por todos lados y cómo mis compañeros, a los que tanto quiero, van cayendo poco a poco a causa de la incesante multitud de descargas sobre el campo de batalla.Los veo ahí, quietos, paralizados y cómo lentamente caen y se desplomaban contra el suelo. Al fin me armé de valor y salí de mi escondite y, agarrando firmemente mi rifle y cerrando fuertemente los ojos, salí corriendo y disparé a todo cuánto podía con tal de poder acabar de una vez por todas con este terrible infierno.
Estuve así durante no mucho tiempo porque, de repente, me invadió el miedo y me flaquearon las fuerzas, me desmayé al momento, estuve inconsciente unas horas hasta que al fin pude abrir los ojos lentamente. Me incorporé poco a poco y me quedé agachado un momento observando los cadáveres de mis compañeros caídos. De repente me vino una voz a mi cabeza diciéndome que tenía que luchar por ellos, que su muerte no había sido en vano, que me levantara de un brinco, y bueno… por fin pasó lo que tenía que pasar… Sentí cómo mi cuerpo se paralizaba, cómo el frío lo invadía por completo y me abandonaba. Me toqué el pecho con las manos, las alcé y vi mis manos bañadas de sangre. Sentí cómo, al igual que mis compañeros, me caía y me desplomaba contra el suelo.
Dicen que cuando estás al borde de la muerte ves tu vida pasar ante tus ojos, pero a mí no me ocurrió eso, sólo vi la imagen de mis hijos abrazándome y despidiéndose de mí y a mi mujer con la cara bañada en lagrimas diciéndome, ¡por favor, vuelve a casa!
El otro día pasé por delate de un bar y en la puerta leí un cartel que decía:
“Se reserva el derecho de admisión. Aquí no pueden entrar ni altos, ni bajos, ni gordos, ni delgados, ni buenos, ni malos, ni guapos, ni feos, ni listos, ni tontos. Sólo pueden entrar personas normales”.
Entonces pensé que ese bar debería estar vacío, que nadie debería considerar que pudiera entrar, que si no es porque se considere alto se consideraría guapo, y si no tonto.
Entonces será verdad que cada uno es especial, no diferente, porque ¿diferente a qué? En el momento en que vivimos eso significa que sobresale de la regla, y esa regla es lo que la sociedad marca. Si todos somos diferentes ¿cómo es que la sociedad marca una regla? Todo esto a mí me parece una enorme ironía. Parece que esto no es real, que no tiene sentido.
En mi libro de lengua hay una lectura en la que un periodista habla sobre la discapacidad. Esa lectura me hizo pensar, ¿qué pasaría si por un día fueses todo lo contrario a lo que eres en realidad? Si piensas que ese día sería genial es que no te valoras en absoluto, si por el contrario piensas que ese día sería un calvario significa que tu autoestima no peligra para nada, que eres fuerte y crees en ti mismo, pero eso aún siendo evidentemente bueno puede ser sólo un camuflaje de lo que crees que eres en realidad.
Lo importante es que en la variedad está la riqueza, que si todos fuéramos iguales todo sería aburrido, así que yo no estoy de acuerdo cuando se dice que todos somos iguales y no es intolerancia sino que pienso que todos somos diferentes pero que eso es bueno, es muy bueno, que para qué quieres ser como otra persona si entonces seríais iguales. Todo esto se basa en que aunque las personas sean diferentes se respetan unas a otras, si eso no se cumple sí sería mejor que todos fuéramos iguales, mejor pero aburrido porque no habría amor porque ¿cómo vas a enamorarte de alguien que es igual que tú?, eso sería demasiado narcisista.
¿Has estado alguna vez presente en una situación en la que un grupito se burle de alguien, a lo mejor, por tener otro color de piel?. Sí, aunque nos cueste creerlo, esto sigue pasando, lo cual me parece vergonzoso, ya que presumimos de ser un país desarrollado. Pero cuando pensamos en la intolerancia con los que son diferentes, siempre pensamos en aquellos que son de diferente raza o religión, nunca caemos en la cuenta de que somos igual de intolerantes cuando nos reímos o criticamos a esas personas que visten, se cortan el pelo o se comportan de manera diferente a la nuestra. Por tanto, deberíamos entender nuestra tolerancia como la capacidad de aceptar a los demás, simplemente, tal y como son.
En nuestro blog literario iremos publicando, poco a poco, los mejores escritos de los alumnos de nuestro Colegio Las Artes para que todos podamos disfrutar con su lectura. Os invito a que os relajéis, os olvidéis de vuestros problemas y podáis ser capaces de transportaros a todos esos mundos a los que nos llevarán las 1001 líneas o versos que verán la luz en este espacio. ¡Imaginad y soñad!