domingo, 20 de mayo de 2012

EL FAN MÁS PERRO DE LADY GAGA

La cantante famosa es atacada por un perro hambriento, y no lo negamos, porque llevaba su polémico vestido de carne. Todo esto ocurrió en el centro de Sevilla, cuando iba a comer con su manager, aunque podría haber cocinado su ropa.

Lady Gaga sale del hotel con un vestido muy llamativo, no sólo para las personas, también para todo ser vivo hambriento. Era un vestido confeccionado con deliciosa carne. La estrella se dirigió a firmar autógrafos, mientras que los periodistas y fotógrafos la atosigaban: unos con preguntas del corazón y otros sólo querían acercarse a ella. A una fan, que estaba gritando como nadie, se le cayó una de las fotos que tenía firmada de Lady Gaga. La cantante se agachó para recogerla, pero... ¡de repente, salió un perro disparado de entre los fans y se lanzó a por uno de los chuletones de Lady! No era el sitio adecuado para que un perro te mordiera... Lady Gaga puso cara de malas pulgas y sacudió su "trasero" para quitarse el perro de encima. El manager tiró del perro pero no lo consiguió, hasta que, por fin, entre todos, consiguieron que el perro la soltara. Todo un trabajo en equipo, la verdad. ¡Resultaba que Lady Gaga llevaba la ropa interior de carne de hamburguesa!. Mi compañero dijo: ¡En serio, esto ya es el colmo!_ Yo pensaba lo mismo, así que terminamos el artículo con mucha hambre... ¿Y ustedes?
Lady Gaga
Ejercicio de la Clase de Lengua (1º ESO). Noticia inventada y elaborada por Manina Lara Sidera

jueves, 10 de mayo de 2012

DEL CORREO ELECTRÓNICO A LA CARTA
Un día  como otro cualquiera en una clase de Literatura, leyendo un texto extraído de El Periódico, de fecha 19 de enero de 2004, titulado "De la carta al correo electrónico" y escrito por Miguel Siguan, mis alumnos y alumnas comprobaron las ventajas y los inconvenientes que hay entre una carta manuscrita y un correo electrónico.
"La conclusión parece fácil de extraer.", dice Miguel Siguan, "El mensaje electrónico está sustituyendo a la carta". Y así está siendo verdaderamente. ¿Sabéis por qué? ¡Porque ninguno de mis alumnos ni alumnas de mi clase de Literatura habían escrito jamás una carta a mano a alguien y, ni mucho menos, habían recibido nunca ninguna de nadie! "¡Se pierden algo maravilloso", pensé.
La espera de una carta es algo emocionante y cuando se recibe, "se puede guardar como prenda que resista el paso del tiempo, (...) pero me resulta difícil imaginar a alguien coleccionando hoy correos electrónicos", comenta el autor del artículo.
Entonces, sin pensarlo dos veces, les propuse una actividad diferente y original. ¿Por qué no se escribían cartas entre ellos? Era algo que no se esperaban en absoluto. Nunca habían escrito una carta a mano, nunca habían ido a un estanco a por un sobre y un sello (no sabían dónde se colocaba un sello en un sobre) y nunca habían echado una carta en un buzón. "¿Dónde están los buzones?", me preguntaban.
Pues bien, se han mandado las cartas y... ¡las han recibido!
La lectura de algunas de ellas en clase ha sido realmente emocionante.
Sólo espero que la experiencia les haya sido apasionante y que hayan podido, aunque sea por unos instantes, viajar en el tiempo para observar y darse cuenta de que no todo lo que tiende a desaparecer debería perder su alma por completo.
Cristina Martín de Doria

Algunas de las cartas de mis alumnos/as



miércoles, 9 de mayo de 2012


Ha explotado una bomba

Me estoy despertando después de la explosión, lo veo todo borroso, tengo un desagradable sabor a sangre y un pitido que me hace oír lo que tengo alrededor.  Entonces, de pronto, alguien me empieza a zarandear como un saco, era el capitán Johnson, se me empiezan a despejar la vista y los oídos y, gritando, me dice: ” ¡Vamos muchacho! ¡Coge una M4 y ponte en pie!  ”. Torpemente me puse de pie, cogí la M4 y me puse a cubierto.

Me quedé dormido, pues me cubrí con un tanque de nuestro convoy. No tuve problema al ponernos en marcha, seguía un poco aturdido, pero, tan rápido como empezaron los disparos, en un ataque repentino, me puse en pie, cogí mi M4 y empecé a disparar a todo enemigo que veía … ¡Ah! por cierto, antes de continuar, soy Ellis. Más tarde volví con el convoy junto al capitán Johnson.

Me felicitó durante el camino, ya que era un grupo terrorista de los más peligrosos del mundo.

Al llegar a la base hubo una celebración de condecoraciones y me dieron la del ''Valor en el campo de guerra'' a pesar de que estuve durmiendo durante gran parte del tiempo en la misión.  
Nicolás Fernández Polo 1º ESO



OVNI ENTRA EN

 LA ATMÓSFERA

El pasado jueves 10 de junio un extraterrestre llegó a la costa de Nueva York pues necesitaba gasolina. Fue muy amable con nosotros ya que nos enseñó infinidad de cosas útiles y nuevas.


El pasado jueves 10 de junio se identificó una nave que no era de la Tierra. Una nave enorme y circular de color gris tapaba el Sol y bajaba lentamente en la costa de Nueva York. El extraterrestre que dirigía la nave se presentó, pero algunas personas, al verlo, se asustaron. Era de esperar, puesto que era un monstruo amarillo, con tentáculos grandes y con cinco ojos de color marrón claro.
El extraterrestre contó lo que le sucedió. Parece ser que venía de su galaxia para visitar a su familia, pero se quedó sin gasolina y no podía llegar, así que no se lo pensó dos veces y decidió parar en la Tierra para repostar encontrándose, de esta forma, con nosotros.
Nos enseñó nuevos minerales muy resistentes que en el futuro nos ayudarán a viajar a otras galaxias.

Alejandro Guerrero Ortiz 1º ESO

jueves, 22 de marzo de 2012

Elegía a Mª Dolores Leal Flores, mi ahora difunta abuela

Adiós,
a tus ojos azules,
adiós,
a tu sonrisa duradera,
adiós
y con mucha dificultad
te digo,
que siempre estarás,
en el fondo de mi frágil corazón.

Que sólo tú me agradas,
me quieres y me abrazas,
¿y por qué no estás haciéndolo ahora mismo?
No lo quiero pensar.

Abuela, amiga,
compañera y,
sobre todo la
chispa que llenaba mi vida...
y que ahora ya no está.

Y así fue cómo mi frágil corazón
se rompió en el suelo,
y así me dejaste vacía...
para siempre.

Al menos sé,
que desde allí arriba,
en lo alto de este cielo azul,
con tu característica sonrisa...
me esperarás.

Marina Lara Sidera 1º ESO